Para conocer la realidad empresarial burgalesa, el Colegio de Economistas utiliza una metodología de análisis cuantitativo, en concreto, la recogida de información se ha realizado mediante cuestionario enviado por correo
electrónico (186 encuestas).
La visión y perspectivas de los empresarios de la provincia revelan que persiste la inquietud por la situación socioeconómica tanto a nivel nacional como regional y provincial pues nueve de cada diez cree que la situación económica es negativa. Se moderan las expectativas negativas y asoman los primeros indicios de optimismo: las empresas que esperan un descenso de la facturación en los próximos meses retrocede del 52% al 31,2%, el 42% se decanta por mantener sus ventas y el 25,3% espera aumentarlas.
Con respecto a las expectativas de beneficios se desprende una predisposición más favorable para los resultados empresariales: descienden hasta el 41% los empresarios que creen que empeorarán sus beneficios, para el 37,6% se mantendrán y las empresas que estiman una mejoría en sus resultados rozan el 20% del total.
Prevalecen los graves problemas de la debilidad de la demanda (para el 82,3% de los directivos), la morosidad (47,3%)y la presión fiscal (45,2%) como factores limitantes de la actividad empresarial. El 83% plantea escenarios de recuperación a largo o muy largo plazo.
El principal reto de los empresarios burgaleses vuelve a ser mantenerse en el mercado (63,4%). Escala al segundo lugar la necesidad de diversificar la cartera de clientes (39,2%).
El 48% de las empresas consultadas ha intentado obtener financiación (el más activo en la búsqueda de financiación ha sido el industrial). El 76,4% han encontrado problema para conseguirla, porcentaje similar al del semestre anterior: encarecimiento de los tipos de interés (75%), problemas para renovar la financiación con su entidad (66,2%) y aumento de garantías y avales (61,8%).